Museo de la escuela rural

Derechos del niño

Niños a `la hierba`

El trabajo infantil era requerido para realizar las tareas del campo y de la casería en general por lo que el absentismo escolar se convirtió en un grave problema. Los padres consideran que lo esencial de la cultura se aprende por otros métodos, sin ser la escuela realmente útil. La lucha contra el absentismo escolar en Cabranes comienza desde que en 1902 la primera Junta Local de enseñanza acuerda exigir mayor responsabilidad a los padres.
Cuando una empresa o patrón empleaba a más de 20 niños debía sostener una escuela primaria (cuestión de dudoso cumplimiento). La ley perdura hasta 1934, año en el que España ratificó el convenio que establecía como edad mínima para acceder al mundo laboral tener cumplidos 14 años.


Las condiciones de trabajo de los menores eran pésimas. Desde 1919 con la creación de la organización Internacional del trabajo, la edad mínima para el trabajo en la industria queda fijada en 14 años y la recomendación nº 14 de 1921 prohíbe el trabajo nocturno agrícola a los menores de 14.
Las primeras instituciones de protección a la infancia surgen en los años 20. La edad mínima laboral establecida en la etapa republicana era de 14 años.
El cumplimiento de las normas anteriormente citadas resulta muy poco creíble y por documentos y fuentes orales en el municipio de Cabranes tenemos constancia de que los niños accedían al empleo a edades tan tempranas como los seis o los 10 años.


Consultados los libros del archivo del juzgado de Paz de Cabranes desde 1909 a 1930, se puede observar que existía una gran mortalidad infantil, muchos niños no pasaban de la primera década de su vida, uno de los datos que recoge el libro es la profesión del difunto y en esta casilla hace referencia a niños de nueve años que desempeñan la función de labrador o a niñas de seis cuya profesión es: sus labores.
Fuentes orales indican que conocieron a niños y niñas trabajando en la mina de Viñón, y también en la construcción de la carretera As-255 como peones camineros, pero al no ser sus propios testimonios y no poder contrastar este punto por otras fuentes, me limito a señalar este comentario.

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